Cuando un jugador recibe dos cartas iguales, el jugador puede elegir dividir el juego. De esta forma, las cartas se dividirán en dos manos independientes, pero habrá que doblar la apuesta. El juego continuará y si vuelve a salir otra carta igual en cualquiera de las dos manos, esta podrá dividirse una y otra vez.
Las parejas de ases también se pueden dividir, pero en el caso de completarse con un 10 o una figura, no se considerarán Blackjack.